Talleres de chapa y pintura: consejos para la seguridad y la salud laboral

06/02/2019   El Club del Pintor

El trabajo diario en los talleres de chapa y pintura tiene unas particularidades que traen consigo implicaciones en la seguridad y la salud de los profesionales. Por ello, es necesario tener en cuenta una serie de medidas encaminadas a reducir o evitar lesiones y enfermedades profesionales, lo cual redundará también en la fidelización de los especialistas, el aumento de la productividad y la rentabilidad de los talleres y la prestación de un servicio rápido y de calidad. 

En primer lugar, se debe prestar especial atención a las condiciones ambientales en las que se desarrolla el trabajo, garantizando que cumplan con las normativas vigentes en lo relativo a la luminosidad, el ruido o la temperatura, entre otros factores. Asimismo, el área de pintura debe estar correctamente acondicionada. Es primordial que el área de preparación de superficies esté cerca de la cabina de pintura y la zona de mezclas, para así reducir al mínimo el esfuerzo físico del pintor.

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En cuanto a los equipos, se recomienda el uso de transpaletas eléctricas acompañadas de una rampa móvil, que eviten el desgaste de mover el vehículo. Los elevadores neumáticos son, a su vez, una buena opción para las zonas inferiores de los vehículos, puesto que evitan que el operario deba agacharse y levantarse continuamente, lo que puede producir daños en su espalda y articulaciones. La altura adecuada a la que debe mantenerse el vehículo es entre los codos y los hombros del pintor, para que éste pueda mantener la espalda y el cuello rectos y se vea menos obligado a flexionar los brazos.

Las soluciones de enmascarado, como los films plásticos con dispensadores específicos; las pistolas aerográficas, cada vez más ligeras y ergonómicas; los brazos articulados en los equipos de secado; las lijadoras eléctricas o neumáticas, o los armarios móviles con todos los útiles del taller son algunas de las herramientas que facilitan el trabajo diario de este tipo de especialistas.

Pero, además de cuidar las condiciones de trabajo, es muy importante utilizar un equipo de protección personal adecuado. En el proceso de lijado y pintado de vehículos se desprenden partículas de polvo y sustancias químicas que pueden introducirse accidentalmente en los ojos y en el aparato respiratorio, ocasionando pérdidas de visión y dificultades para respirar. La mascarilla, las gafas de seguridad, los guantes desechables de látex o nitrilo y ropa de trabajo específica para proteger el cuerpo y la ropa de pintura, polvo, desgarros, derrames y salpicaduras se hacen imprescindibles.

Si durante la práctica profesional os surgen dudas en lo relativo a la seguridad y la salud laboral, nuestros especialistas de Gestión del Golpe están a vuestra disposición para ayudaros (teléfono sede central de A Coruña: 881 091 060).

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